El inicio de una etapa es el final de otra que ya se guardo en el libro de las experiencias. Personalmente, trabajé dos meses en una agencia que me enseño mucho y al mismo tiempo me empujo a aumentar mis ambiciones y a demostrarme el potencial que puedo desarollar. Hoy puedo dar a conocer lo que me inspiró a seguir con esta carrera, el arte que fluye por mis venas y el fruto de esto es mi propia agencia. Ahora puedo decir que oportunidades hay a quienes las buscan y no deben de desprovecharlas cuando las tengan cerca.
viernes, 3 de julio de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)